Fuente: Madrid/Geoscopio.
La Unión Europea (UE) ha puesto límites a su oferta de flexibibilidad en la negociación sobre la aplicación del Protocolo de Kioto durante la VI Conferencia sobre el Cambio Climático que comenzó en la ciudad alemana de Bonn.
"Si esperan que la Unión sea flexible, la negociación no tiene sentido", aseguró en Bruselas Olivier Deleuze, jefe de la delegación de los Quince en la Cumbre del Clima y secretario de Estado de Energía de Bélgica, país que preside la UE desde el 1 de julio.
"La Unión no está dispuesta a ser flexible con todo el mundo",señaló Deleuze, quien recordó que Estados Unidos, que ahora rechaza la ratificación del Protocolo de Kioto, fue uno de los países que lo aceptó en 1997, mientras que los Quince mantienen su apoyo al documento.
El representante europeo advirtió contra aquellos países que pretendan presentar en Bonn opciones que tendrán todas las garantías de ser rechazadas porque no respeten los principios fundamentales contenidos en el Protocolo de Kioto.
"Resulta fácil acudir con posiciones que son innegociables",aseguró Deleuze, quien dijo que si ese es el caso, los Quince no darán muestras de esa flexibilidad que la Comisión Europea manifestó hace unos días.
No obstante, añadió que la Unión Europea "es consciente de que sola no puede hacer que Kioto se aplique" y destacó que los Quince consideran fundamental el papel de Japón para que el protocolo al Convenio Marco de la ONU sobre el Cambio Climático entre finalmente en vigor.
El jefe de la delegación de los Quince en Bonn admitió que "es posible" ratificar Kioto sin Estados Unidos, que es responsable del 36 por ciento de las emisiones que causan el sobrecalentamiento terrestre, pero se preguntó si el objetivo es únicamente la ratificación del protocolo o la lucha contra el cambio climático.
Deleuze recordó que aunque se exija la ratificación de 55 países que aporten el 55 por ciento de la contaminación procedente de países industrializados, esta cuota puede que ya sea inferior en la realidad, ya que ha habido cambios desde 1990, año de referencia para el cálculo de esos porcentajes, y ha aumentado la que causan los países en desarrollo.
Aunque la UE consiguiera el apoyo suficiente para hacer que se apliquen los acuerdos de Kioto, el responsable europeo explicó que su repercusión real estaría muy por debajo de las intenciones de quienes aprobaron el acuerdo en 1997.
Respecto a la intención de Japón de retrasar cualquier decisión sobre la ratificación del protocolo hasta el mes de octubre, Deleuze aseguró que había mantenido contactos con expertos que ya participan en la reunión de Bonn y que no había apreciado novedades en la posición del Gobierno de Tokio.
Deleuze advirtió que la posición japonesa contiene "contradicciones", pero precisó que "en la esfera política, las contradicciones nunca son definitivas" y mostró su curiosidad por ver la "creatividad" de la que serán capaces los países que participan en la cumbre de Bonn.
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