Según un comunicado de la UC, el análisis está siendo financiado parcialmente por la Agencia Española de Cooperación Internacional y se realiza en el marco del convenio de colaboración suscrito en 1999 por las dos instituciones.

Según el catedrático de la UC Jesús Soto, esta bahía constituye un amplio estuario con una importante densidad de población en sus márgenes, que en los últimos 100 años ha sufrido un "fuerte impacto ambiental por vertidos industriales y urbanos".

Este hecho se ha traducido en una acumulación de sedimentos que obliga a un dragado periódico para su utilización como puerto.

"Desde la declaración de La Habana Vieja como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO", explica el profesor, "distintos especialistas cubanos han realizado un gran esfuerzo para el saneamiento integral de la bahía, que ha incluido el estudio de las diferentes fuentes contaminantes y la toma de medidas técnicas para detener la misma en el caso de las industrias más contaminantes".

El equipo de investigación en el que participa la institución cántabra colabora en el estudio general realizando medidas de la tasa de sedimentación existentes en distintos puntos de la bahía.

En colaboración con el Centro de Investigaciones y Manejo de Bahías (CIMAB) de La Habana, recoge muestras de sedimentos (tanto superficiales como muestras testigo), para determinar la concentración de distintos isótopos radiactivos.

Estos datos les permite calcular la edad de cada depósito, el ritmo al que se generan, caracterizar el movimiento de sedimentos y de la contaminación asociada, y evaluar la capacidad de regeneración del ecosistema.

Como resultado de los estudios ya realizados, los científicos han presentado varias ponencias conjuntas en congresos científicos y publicado un primer trabajo en colaboración entre los dos grupos.

El profesor Soto explica que la Universidad cubana, adscrita al Ministerio de Ciencias, Tecnología y Medio Ambiente, está centrada en la formación de especialistas de elevada competitividad profesional en ciencias nucleares y medioambientales.

Para el grupo del ISCTN, el proyecto que se desarrolla supone la ampliación de su experiencia en Física Nuclear a la resolución de problemas ambientales y a una mayor formación académica en este tema, añade el comunicado.

Para el grupo de la Universidad de Cantabria, el desarrollo del proyecto supone la continuación del realizado en la Bahía de Santander, financiado por la Fundación Marcelino Botín, y en que se aplicaron técnicas semejantes de medida de radiactividad, modelización de los datos e interpretación.