Fuente: Madrid/Geoscopio.
El ministro de Medio Ambiente sudafricano, Valli Moosa y su colega alemán, Jürgen Trittin afirmaron que es necesario que el Protocolo de Kioto esté en vigor en el año 2000, en el que se celebrará en Johannesburgo la próxima cumbre de la ONU sobre desarrollo sostenido.
Moosa y Trittin se reunieron en Berlín, dos semanas antes del comienzo en Bonn de la conferencia internacional para la ratificación del Protocolo, por el que se pretende reducir las emisiones de los gases contaminantes, entre ellos el monóxido de carbono (C02).
El ministro alemán apeló una vez más a la "voluntad de consenso" de los participantes en la conferencia, en alusión a los EEUU, país que produce el 25 por ciento de los gases citados y que rechazó el acuerdo, aunque se ha declarado dispuesto a no bloquear el proceso y a buscar otros compromisos.
Trittin, por su parte, advirtió del riesgo de ser demasiado flexible y, en consecuencia, concertar acuerdos ineficaces. El protocolo de Kioto tiene por objetivo reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en el periodo 2010-12 hasta un nivel un 5,2 por ciento inferior al de 1990.
Para que ese documento adicional a la Convención Marco de la ONU sobre Cambio Climático entre en vigor, deben ratificarlo 55 países que produzcan al menos el 55 por ciento de las emisiones mundiales. La clave para que la reunión de Bonn no sea un fracaso es, según Trittin, la adhesión de Japón al protocolo, pactado en 1997 precisamente en ese país, la segunda potencia industrial del planeta.
En el caso de Rusia, otro país cuya postura es importante, el ministro alemán indicó que Moscú está interesado en lograr un acuerdo que le permita comerciar con las cuotas de emisión que le sean otorgadas.
Moosa insistió en que no se debe permitir que en Bonn se llegue a "una situación en la que no ocurra nada".
Los países en desarrollo, recordó Trittin, son aliados de la Unión Europea en la lucha por Kioto, pues Bruselas no quiere aplicar el protocolo en la misma medida que exige Washington, que considera que naciones como, por ejemplo, China deben someterse a idénticas reglas que las industrializadas.
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