El documento, que estará sometido a información pública durante un plazo de 30 días hábiles, viene regulado por un decreto legislativo por el que se aprueba el Texto Refundido de las Leyes de Ordenación del Territorio y de Espacios Naturales de Canarias, que reclasifica como Parque Natural un amplio sector de la parte septentrional de la isla de Lanzarote, incluyendo las islas de La Graciosa, los islotes de Alegranza y Montaña Clara, el Roque del Infierno y el Roque del Este, así como el ámbito marino comprendido entre los islotes y la costa norte de Lanzarote.

Este avance contempla programas de actuaciones básicas relativas a la protección, conservación y gestión de recursos naturales, gestión de residuos, restauración ambiental, uso público, investigación, desarrollo socioeconómico y mejora de los núcleos de población englobados en dicho entorno. Además, detalla las características generales del parque natural y expone la finalidad y fundamentos de protección, así como los objetivos del plan, estableciendo una propuesta de ordenación.

Este Parque Natural fue el primer espacio declarado por la Comunidad Autónoma de Canarias como tal, adelantándose incluso a la primera Ley de Espacios Naturales de Canarias a la vez que es el único de carácter marítimo-terrestre de los que conforman la actual Red Canaria de Espacios Naturales.

El Parque Natural ocupa una superficie de 46.283 hectáreas, de las que 37.151 se corresponden al ámbito marino, mientras que la superficie terrestre consta de 9.112 hectáreas, repartidas entre los términos de Teguise (7.222 hectáreas) y Haría (1.890 hectáreas). Esta superficie supone casi el 11 por ciento de la superficie insular.

En este espacio protegido habitan poblaciones de animales y vegetales catalogadas como especies amenazadas, así como endemismos que requieren protección especial, como el águila pescadora o la hubara. El Parque Natural del Archipiélago Chinijo alberga además el 75 por ciento de la flora endémica de Lanzarote, mientras que en su medio marino se han inventariado al menos 309 especies de algas, 234 de peces y 241 invertebrados marinos.

Este entorno acoge también gran número de estructuras geomorfológicas representativas de la geología insular en buen estado de conservación, destacando los Riscos de Famara, y cada uno de los islotes que componen el Parque Natural. Además, se trata de un paisaje natural de gran belleza y valor, que contiene elementos arqueológicos, históricos y etnográficos.