Fuente: Madrid/Geoscopio.
La situación antagónica que han alcanzado Estados Unidos y la Unió Europea en relación con el Protocolo de Kioto, está permitiendo que otros países industrializados, en concreto Japón, utilicen las últimas fases negociadoras para imponer sus posiciones.
La decisión del Presidente Bush de no suscribir el Protocolo de Kioto ha llevado emparejada la decisión de la Unión Europea de liderar, aunque sea sin los Estados Unidos, la firma del Protocolo para evitar el cambio climático.
Sin embargo, ninguno de los dos grandes quiere quedarse sólo en la confrontación, ni Estados Unidos ser el único de los grandes en no firmar el Protocolo, ni la Unión Europea no tener como compañero de firma otros países industrializados.
En esta situación, la posición de países como Australia, Canada, Rusia y especialmente Japón se ve especialmente beneficiada a la hora de imponer sus criterios y conveniencias en las negociaciones de la versión final del Protocolo.
Ésta ha sido la tónica en la reuión de la VI Conferencia de las Partes del Convenio Marco de la ONU sobre Cambio Climático que durante la pasada semana ha reunión en La Haya a representantes de 135 países para intentan aproximar posiciones que permitan alcanzar un acuerdo sobre el Protocolo en la Cumbre del Clima que se celebrará desde mediados de julio en Bonn.
Durante esta reunión, el presidente de la conferencia, el holandés Jan Pronk, presentó una propuesta con la que pretende convencer a Japón y a Rusia de la conveniencia de ratificar Kioto a pesar de la renuncia a hacerlo de Estados Unidos, que contribuye con cerca de una cuarta parte de las emisiones contaminantes causantes del efecto "invernadero".
A la conclusión de las conversaciones "informales" de los dos últimos días en La Haya, está claro que Australia, Canadá y Japón han tomado posiciones muy regresivas, particularmente en la cuestión de los sumideros. Australia y Canadá quieren un uso prácticamente ilimitado de las actividades de sumideros, que fue precisamente una de las principales causas del colapso de las negociaciones en la COP6 en La Haya el año pasado.
En el caso de Japón, en vez de aceptar las concesiones ofrecidas por el Presidente de la COP6, Jan Pronk, en sus últimas propuestas, Japón ha contestado pidiendo más: busca un uso sin restricciones de los créditos de "sumideros" por sus bosques ya existentes (lo que le permitiría aumentar sus emisiones) y quiere que la energía nuclear esté incluida en el Mecanismo de Desarrollo Limpio del Protocolo de Kioto.
Según todos los expertos las próximas semanas serán de intensas conversacions y negociaciones en las que los intereses particulares de determinados países pueden alterar todavía más la grave crisis que afronta el Protocolo de Kioto. Sin embargo, la posición europea parece inflexible, lo que le ha permitido ganar adeptos entre todos aquellos países pequeños y de tamaño medio que siempre se ven como comparsas en todo este tipo de pugnas entre grandes.
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