Fuente: Madrid/Geoscopio.
El Parlamento, el Consejo y la Comisión europea parecen a punto de llegar a un acuerdo sobre la Directiva para promocionar las energías renovables. Una vez que se ha alcanzado un compromiso sobre la forma de establecer los objetivos, el único escollo se encuentra en el tema de la incineración de residuos.
El Comité de Industria ha respaldado unánimemente el informe preparado por Mechtil Rothe sobre la Posición Común del Consejo en relación a la Directiva para promover la electricidad generada a partir de energías renovables en el mercado interior de la Unión.
La primera versión de la Posición Común, publicada en marzo, continuaba difiriendo considerablemente de los puntos de vistas que el Parlamento manifestó durante la primera lectura del documento el pasado noviembre, y eso pese a que el Consejo, para la versión de marzo, había considerado la tercera parte de las enmiendas parlamentarias.
En una reunión a tres bandas, que tuvo lugar la pasada semana, se pudo llegar finalmente a un acuerdo sobre los contenidos en orden a preparar la segunda lectura en el Parlamento, y después de que el Consejo hubiera aceptado ocho de las 9 enmiendas claves que habían sido propuestas por el Parlamento.
El único tema en el que aún no se ha llegado a un acuerdo es sobre si la energía producida en la incineración de residuos debe ser considerada como una fuente renovable. La Comisión apoya la inclusión, mientras que el Parlamento cree que el apoyo a las renovables debería ser coherente con otros objetivos de la Unión, en concreto con el tratamiento selectivo de los residuos. Así, la incineración de residuos municipales no separados no debería ser promocionada ni bajo esta directiva ni bajo futuras directivas de apoyo a la energía procedente de fuentes renovables.
Durante meses, uno de los más grandes desacuerdos entre los dos cuerpos legislativos, Parlamento y ha sido si el relacionado con que si los objetivos nacionales de empleo de la energía procedente de fuentes renovables deben ser meramente recomendando o que sean obligatorios. Así, mientras que el Parlamento en noviembre proponía que fuesen objetivos obligatorios, la Comisión no era de esa opinión.
Con relación al tema de los objetivos, que había sido uno de los grandes desacuerdos entre los dos cuerpos legislativos, Finalmente, se ha llegado a una solución de compromiso que establece que si los Estados no han avanzado significativamente para alcanzar los objetivos nacionales que se les sugiera, la Comisión podrá establecer objetivos obligatorios.
Los objetivos nacionales recomendados serán consecuentes con los objetivos globales, es decir que en toda la Unión Europa para el 2010 se haya reducido un 12% el consumo de energía y que la cuota de mercado de la electricidad producía por fuentes renovables sea el 22,1% de la total.
El Comité también subraya que si posteriormente la Comisión propone un sistema común para promocionar las energías renovables, éste deberá contribuir a alcanzar los objetivos que se hayan fijado los Estados miembros. Así si algunos Estados se comprometen a alcanzar ciertos objetivos antes del 2010, se les debe dar las garantías de que las estructuras de apoyo y promoción, que a nivel nacional, hayan organizado podrán continuar durante siete años, con el fin de mantener la confianza de los inversores.
Otro de los factores que pueden aumentar considerablemente la cuota de mercado de las renovables está relacionado con las conexiones a la red de distribución, a su transporte y a los otros gastos asociados. En estos temas el Comité está de acuerdo con que debido a sus evidentes beneficios medioambientales, las energía renovable tiene que tener prioridad de acceso a la red, y considera que los Estados deben asegurar que los cargos de transmisión y tarifas de distribución no discriminarán a la electricidad procedente de fuentes renovables.
La segunda lectura del documento tendrá lugar en la sesión parlamentaria del 2 al 5 de julio en Estraburgo.
Enviar la noticia a un colega