Fuente: EFE.
Los ordenadores personales y el resto del material electrónico se han convertido hoy en costosos residuos tóxicos que nadie quiere retirar, según un informe publicado en California.
Los tres principales grupos de protección del medio ambiente del área de la bahía de San Francisco piden en este informe, que acaba de haber sido hecho público, que sean las compañías manufactureras las que se hagan cargo de reciclar las decenas de millones de ordenadores personales que cada año se quedan obsoletos en Estados Unidos.
Estos grupos, reunidos en una coalición, también piden a las compañías fabricantes que utilicen procesos de fabricación más limpios, libres de metales pesados como mercurio, plomo y cadmio.
El coste económico no es poca cosa. "Si los contribuyentes se tuvieran que hacer cargo del reciclaje", dice Ted Smith, director de la coalición de grupos de protección del medio ambiente, "podría suponer la bancarrota de algunas ciudades".
La coalición de grupos exige a las compañías informáticas quese encarguen de los ordenadores viejos cuando los consumidores los reemplazan con otros nuevos.
Los grupos no están solos en su iniciativa. Tres concejales de la ciudad de San José (California), se unirán hoy a Smith para exigir la implicación de la industria informática en el problema de los residuos.
"Los impuestos de los ciudadanos no están disponibles para respaldar los precios astronómicos que supone la retirada de materiales peligrosos", dijo Cindy Chávez, uno de los tres concejales de San José.
John Hunter, consultor de la Asociación Americana de Electrónica, que representa a las empresas de informática, dijo que la industria informática está considerando alternativas, como por ejemplo sumar al precio de los ordenadores nuevos una tasa que serviría para asumir su propio coste una vez que se quede obsoleto.
La directora del programa de reciclado de Hewlett-Packard, Renee St. Denis, dijo que la industria y los contribuyentes deberían compartir costes. "El consumidor que compra un ordenador también juega un papel a la hora de responsabilizarse de los costes de reciclado", dijo Denis.
En marzo pasado, el departamento de control de substancias tóxicas de California anunció que, a partir de entonces consideraba los tubos catódicos, el componente primario de ordenadores y televisores, como un componente peligroso para la salud, y prohibió que se arrojasen a los vertederos municipales.
Desde entonces, los tres grupos implicados, la industria informática, la coalición medioambiental y los organismos oficiales de varias ciudades implicadas, han estado estudiando maneras de sufragar el coste del reciclado.
De acuerdo con los datos la coalición, unos 6.000 ordenadores se quedan obsoletos cada día en California, y solamente entre un 5 y un 15 por ciento de ese material se recicla posteriormente.
De momento, las alternativas para deshacerse del ordenador usado son donarlo a instituciones de caridad, pagar a una compañía privada de reciclaje o buscar un programa local de reciclado.
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