Fuente: Madrid/Geoscopio.
El último tramo del emisario submarino de la depuradora, que forma parte del Plan del Delta de Llobregat, contribuirá a descontaminar el tramo final del río Llobregat, al tiempo que eliminará el último punto negro del litoral catalán, la playa de El Prat.
La instalación, que tendrá lugar mañana, del último tramo del emisario submarino de la depuradora del Baix Llobregat, que entrará en funcionamiento en el verano del 2002, mejorará el estado de la playa de El Prat y de las que se extienden entre el puerto de Barcelona y el macizo del Garraf.
Con la puesta en marcha de la depuradora, de la que se beneficiarán más de 2 millones de habitantes de las comarcas del Barcelonés y del Baix Llobregat, se dará cumplimiento a la normativa de la UE en materia de saneamiento y depuración de aguas.
Según ha informado el director general de DepurBaix, Joan Comte, empresa pública que gestiona la planta depuradora, esta instalación, situada en el término municipal de El Prat, cuenta con un presupuesto de 40.000 millones de pesetas y su entrada definitiva en servicio se estima para los primeros meses del año 2003.
El Ministerio de Medio Ambiente aporta el 85% de la inversión, con ayudas del fondo de cohesión europeo, mientras que el 15% restante corre a cargo del Departamento de Medio Ambiente de la Generalitat, a través de la Agencia Catalana del Agua.
La compleja operación de lanzamiento del emisario submarino, 3,4 kilómetros mar adentro, se ha prolongado durante 25 días y cuando el dispositivo funcione a pleno rendimiento se convertirá, por su caudal, en el segundo río de Cataluña.
El emisario, que discurre a 60 metros de profundidad y está formado por 25 tramos de tubería de 3 metros de diámetro por 144 de longitud y de 1.000 toneladas de peso cada uno, está considerado como uno de los más grandes de Europa.
Según Joan Comte, desde que se iniciaron las obras, en agosto de 1999, se calcula que se ha movido sobre un millón de metros cúbicos de tierras.
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