Fuente: Madrid/Geoscopio.
Canarias produce 33.000 toneladas de residuos peligrosos al año, 500.000 toneladas originados por la construcción y la demolición, 16.000 toneladas de vehículos fuera de uso (VFU) y 13.000 de neumáticos, además de más de un millón de toneladas de residuos urbanos.
Son algunos de los datos facilitados por el ingeniero de Caminos, Canales y Puertos y ex director general de Política Ambiental del Gobierno de Canarias Emilio Alsina durante las III Jornadas de Ingeniería Insular, celebradas esta semana, en las que expuso los objetivos del Plan Integral de Residuos de Canarias, que precisa de una inversión de 80.000 millones de pesetas en seis años que "en absoluto está asegurada".
En cuanto a los residuos peligrosos, destacó que el número de empresas que declaran anualmente los que generan es muy escaso, hay falta de control en el traslado de estos residuos en los puertos marítimos y el marco normativo para asegurar la responsabilidad de los productores es escaso.
El diagnóstico en los vehículos fuera de uso refleja que se abandonan en la vía pública, vertederos incontrolados y barrancos, con un impacto paisajístico acusado y una contaminación de difícil
evaluación.
La situación se ve agravada por la ausencia de industrias locales capaces de reciclar la chatarra, por lo que es necesario su envío al territorio peninsular. Asimismo, los neumáticos viejos son reutilizados o recauchutados en muy pequeña proporción y la mayoría también son depositados en vertederos, lo que produce una situación "insostenible desde el punto de vista legal y práctico", afirmó.
La generación de residuos procedentes de la construcción y la demolición se caracteriza por la falta de control y el elevado impacto paisajístico, tanto por el volumen como por su dispersión. Los procedentes de grandes obras no han provocado impactos demasiados acusados por el bajo coste de su tratamiento en vertederos controlados o por su aprovechamiento en rellenos.
La población de las islas genera casi 1,5 kilos de residuos urbanos por persona y día, un 20 por ciento por encima de la media nacional, debido, fundamentalmente, al incremento poblacional que produce el turismo, según datos de 1998. Los objetivos del PIRCAN, entre otros, son reducir en un 20 por ciento la generación de residuos peligrosos en origen, otro 20 reciclarlo y reutilizarlo y trasladar a plantas de tratamientos peninsulares el resto.
El 80 por ciento de los vehículos fuera de servicio deberán ser entregados a centros autorizados en el año 2003 y alcanzar el cien por cien en el 2006. Además, se espera que en el año 2005 sea posible reutilizar más cuarta parte de los neumáticos inservibles y erradicar su vertido incontrolado.
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