Fuente: Madrid/Geoscopio.
Más de 100 países, con una superficie total de 3.600 millones de hectáreas, se hallan gravemente afectados por la desertificación, según afirma la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación en una declaración relacionada con la celebración el pasado domingo del Día Mundial de Lucha contra la Desertificación.
El Dr. Hosny El-Lakany, Subdirector General del Departamento de Montes, señaló que la desertificación es como una "enfermedad de la tierra" que afecta gravemente a la cubierta vegetativa de plantas de cultivo, pastos y tierras arboladas, y ejerce un impacto negativo en la diversidad biológica, la fertilidad del suelo, el ciclo hidrológico, los rendimientos de los cultivos y la producción ganadera.
Una de las causas principales de la desertificación es la presión cada vez mayor sobre la tierra provocada por el rápido crecimiento demográfico y la pobreza, que frecuentemente se agrava como consecuencia del número cada vez mayor de sequías continuas. La lucha contra la desertificación es compleja y exige un compromiso a largo plazo y una coordinación nacional e internacional. Las comunidades locales deben participar activamente en los procesos de adopción de decisiones.
En 1994 la Comunidad Internacional aprobó la Convención Internacional de Lucha contra la Desertificación (UNCCD), que entró en vigor en noviembre de 1997, en una conferencia hospedada por la FAO. Hasta hoy más de 180 países han ratificado la Convención, pero sólo unos pocos de ellos han puesto en marcha programas y políticas sustanciales en apoyo de la misma.
Como afirmó el Dr. El-Lakany, "la participación activa de la FAO en la lucha contra la desertificación es decisiva no sólo en relación con su mandato de ayudar a los países en la gestión de los recursos forestales y la conservación de los recursos de suelos y aguas, de la vegetación y de la biodiversidad, sino también en cumplimiento de su mandato de fomentar la seguridad alimentaria, especialmente de las poblaciones rurales vulnerables".
La FAO está apoyando la ejecución de programas de acción nacionales para combatir la desertificación en Malí, China, Senegal, Turquía, Chile, Cuba, Yemen, Líbano y Camboya. Está dedicando también una atención especial a los países de clima seco por medio de su Programa Especial para la Seguridad Alimentaria.
En África, la FAO está fortaleciendo su cooperación con la Oficina de Lucha contra la Desertificación y la Sequía (UNSO) y el Comité Permanente Interestatal para la lucha contra la sequía en el Sahel (CILSS), para combatir la desertificación en la región saheliana y en el África occidental. La Organización coordinó la iniciativa de las Naciones Unidas sobre el Cuerno de África en favor de los países más afectados por la desertificación.
El Día Mundial de Lucha contra la Desertificación sirve para recordar a todos que la lucha contra la desertificación debe ser parte integrante de la lucha contra el hambre y la pobreza, afirmó el Dr. Lakany. En noviembre de este año, los líderes mundiales se reunirán en Roma para evaluar los progresos realizados en la reducción del hambre desde la celebración de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación en 1996, centrando la atención especialmente en la necesidad de movilizar la voluntad política y los recursos para afrontar estos problemas fundamentales del desarrollo.
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