Fuente: EFE.
La nube de contaminación que afecta a la capital griega ha pasado a ser todavía más nociva a pesar del descenso de los niveles de dióxido sulfúrico y plomo en la última década.
"La nube tóxica no sólo existe, sino que se ha transformado y ahora está compuesta por ozono dañino que proviene principalmente de los vehículos de nueva tecnología", señaló el académico griego de Física de la Atmósfera, Jristos Zeferos.
Las primeras señales de contaminación tuvieron lugar en la década de los 50 y en 1981 el Gobierno griego tomó medidas al respecto, estableciendo un control periódico de los vehículos y la limitación de la circulación particular en el centro de Atenas en 1983.
Entre 1985 y en 1986, el Ejecutivo impuso controles de niveles de contaminación en las industrias de la cuenca capitalina de Atica y, un año después, se comenzó a producir gasóleo sin plomo.A partir de 1994, se impusieron medidas más drásticas para controlar la emisión de gases tóxicos de los vehículos y el uso de aparatos de aire acondicionado en las oficinas.
La extensión de las líneas del Metro en el año 2000 contribuyó a reducir los niveles de contaminación, a lo que este año se ha sumado la introducción en el transporte urbano de autobuses a gas. El director de la sección griega de Greenpeace, Stelios Psomas, coincidió hoy con Zeferos en que los vehículos son los principales causantes de la contaminación en Atenas.
Zeferos destacó que la situación geográfica de Atenas, entre las montañas y el mar, "encierra" los gases tóxicos en la cuenca de Atica y sólo el viento del norte limpia la atmósfera. El ministerio griego de Medioambiente, por su parte, hizo hoy un vehículos debido a la ola de calor que afecta a Grecia desde hace tres días, con temperaturas de hasta 40 centígrados.
El ministerio de Sanidad ha puesto en alerta a todos los hospitales para atender a los sectores de la población con mayor predisposición a sufrir problemas cardíacos, respiratorios e insolación.
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