Fuente: EFE.
Los glaciares que se originan en el monte Everest, el más alto del mundo, están completamente libres de toda contaminación, a pesar del aumento del número de escaladas a la cumbre en los últimos años, según un estudio chino.
La investigación, que fue llevada a cabo en la vertientes septentrional de la montaña, bajo soberanía china, subrayó que la calidad del agua de los glaciares no ha cambiado en absoluto, en comparación con los datos registrados en la década de 1970, cuando la vertiente estaba cerrada al alpinismo internacional.
De acuerdo con la agencia estatal Xinhua, la calidad del aire en la región y la del agua de los ríos con afluentes que nacen el área tampoco han resultado dañada por las recientes actividades humanas.
El monte Everest, de 8.848 metros de altura, está situado en la frontera entre el Tíbet (ocupado por China desde 1950) y Nepal, y se ha convertido en los últimos años en una de las montañas de gran altitud más visitadas del mundo, lo cual ha motivado polémicas sobre los efectos sufridos por su frágil ecosistema.
Hasta 1949, solamente la vertiente tibetana-china de la montaña estuvo abierta a los alpinistas, y fue la utilizada por las primeras expediciones que fracasaron en sus intentos de coronar la cumbre, a pesar de ser considerada más complicada que la otra.
Ese mismo año, Nepal abrió sus fronteras a los extranjeros, pocos meses antes de que el líder chino, Mao Zedong, ordenara el cierre de la vertiente china, que ha sido la menos popular desde entonces, a pesar de su reapertura gradual a los alpinistas del resto del mundo a partir de la década de 1970.
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