Fuente: Madrid/Geoscopio.
El comercio ilegal, la destrucción de los lugares de reproducción y la reducción del cauce de los ríos han causado un drástico descenso de la pesca del esturión del mar Caspio, lo que hace necesario aplicar medidas de conservación para evitar la desaparición de esta especie y, con ella, del caviar.
Responsables del Programa de la ONU para el Medioambiente (PNUMA) y de la Convención sobre comercio internacional de especies de fauna y flora en peligro (CITES) subrayaron hoy la urgencia de adoptar medidas de protección para evitar la desaparición de esta especie,de la que en la década de los 70 se capturaban 22.000 toneladas al año, frente a las poco más de 1.000 en la actualidad.
Entre las propuestas de estas organizaciones están la reducción de la exportación de caviar de los principales países productores hasta en un 80 por ciento y la limitación o prohibición de la importación.
Las cuotas de exportación de caviar para este año son de 82.810 kilos para Irán, 62.040 para la Federación Rusa, 32.210 para Kazajistán y 790 para Azerbaiyán. Sin embargo, uno de los principales problemas es el del comercio ilegal, que supone entre 10 y 11 veces más que la exportación legal de este producto.
Según los datos de CITES, actualmente se pescan unas 1.100 toneladas de esturiones del mar del Caspio al año, lo que genera un comercio legal de caviar de unos 100 millones de dólares, mientras que las ventas ilegales alcanzan los 1.000 millones de dólares.
Hasta 1991, la Unión Soviética e Irán ejercían un férreo control de la pesca del esturión y del comercio del caviar, pero desde la desaparición de la URSS el sistema se colapsó y las redes organizadas de comercio ilegal sustituyeron a los consorcios estatales en el control de este producto.
Además de ser enormemente apreciado en todo el mundo, con precios que pueden alcanzar los 1.000 dólares por 250 gramos, el caviar es también un elemento vital para la población de la región del mar Caspio, que lo ha utilizado durante generaciones como uno de sus alimentos básicos.
De ahí la importancia de elaborar un plan de gestión de los recursos en el que deben estar implicados los países productores, a excepción de Irán, donde el sistema de control aplicado está siendo relativamente efectivo.
En este sentido, dirigentes de Azerbaiyán, Kazajistán, la Federación Rusa e Irán se han reunido durante dos días en Ginebra con representantes del PNUMA y de CITES para elaborar una serie de recomendaciones para proteger el esturión y controlar el comercio de caviar.
Estas recomendaciones las presentará la próxima semana en una reunión en París el CITES, el organismo encargado de aprobar dichas medidas de control.
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