"La transferencia de conocimientos, técnicas y tecnologías a China sobre medio ambiente por parte de la UE es cada día más necesaria si el país pretende alcanzar patrones sostenidos de producción y consumo", indicó Klaus Ebermann, de la delegación de la Comisión Europea en China.

Ebermann citó también en su discurso el equilibrio energético y otros objetivos claves para optimizar el desarrollo del país, que en las últimas dos décadas ha registrado un intenso crecimiento económico a costa de enormes pérdidas de terreno arable, deforestación y contaminación.

"Las aportaciones de la UE contribuirán al objetivo de China de contar con un mejor medio ambiente, en concreto en las áreas donde tiene consecuencias globales y/o donde existen intereses comunes, como es el caso del cambio climático", agregó el embajador.

En la conferencia, organizada por el programa Asia-Ecobest de la Comisión Europea y por la Agencia Estatal para la protección del medio ambiente (SEPA, por sus siglas en inglés), intervinieron especialistas de agencias del gobierno y empresas.

"Durante los últimos cinco años, el gobierno chino ha seguido una estrategia que beneficie tanto al medio ambiente como a la economía y ha dado gran importancia al trabajo de protección medioambiental, lo que ha dado lugar a una mejora en el país", indicó Song Ruixiang, viceministro de la SEPA.

"China ha prestado gran atención y ha participado activamente en la cooperación internacional y global para la protección del medio ambiente, de lo que ha sacado importantes conclusiones y recibido avanzadas experiencias técnicas y de gestión", agregó Song.

Los asuntos tratados en la conferencia incluyen actuales políticas medioambientales, tendencias futuras y los últimos avances tecnológicos en esta materia tanto en Europa como en China.

Los expertos identificaron además nuevas oportunidades de cooperación dentro del programa Asia-Ecobest, fundado en 1997 con el propósito de ofrecer cooperación económica a las organizaciones europeas que colaboren con socios asiáticos en el sector medioambiental.

El programa, previsto hasta el año 2002, ofrece asistencia para la expansión de productos, tecnología y servicios medioambientales que sean de interés común para los inversores europeos y el medio ambiente en Asia, lo que ha permitido a las organizaciones europeas mostrar su tecnología en la región.