Fuente: EFE.
La utilización de métodos "limpios" de pesca, cuya aplicación apenas tendría coste económico para los profesionales del sector, evitaría que entre 100.000 y 300.000 aves, algunas de ellas pertenecientes a especies amenazadas de extinción, murieran cada año en el mundo atrapadas en los anzuelos.
Así lo manifestaron los responsables de la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife) que han impulsado una campaña mundial en defensa de estas aves, y que advirtieron que la aplicación de medidas correctoras en un sólo país como España, con una de las flotas más importantes, contribuiría de forma decisiva a la conservación de algunas de las especies más amenazadas del mundo, como el albatros.
La mortandad se produce al quedar los animales atrapados en los anzuelos de los palangres antes de que éstos se hundan en el mar, por lo que los ecologistas han apuntado algunas de las medidas "correctoras" que se deberían aplicar, varias de las cuales han sido ya puestas en marcha con éxito en puertos españoles como Castellón, Altea (Alicante) o Vinaroz (Castellón).
Largar las artes de noche, utilizar boyas y líneas espantapájaros, descongelar la carnada para que se hunda más rápido, teñirla de azul para que se vuelva invisible para las aves, aumentar el peso de las artes, usar un hilo de acero trenzado que se hunde con más rapidez o liberar las aves que llegan vivas a cubierta, son algunas de las medidas que evitarían la mortandad de las aves marinas.
El responsable en España de esta campaña mundial que se prolongará durante varios años, Carles Carboneras, observó que al margen de estas medidas, el método "definitivo" es la utilización de un sistema que permite lanzar y recoger las redes por debajo del agua.
Carboneras insistió durante la presentación de la campaña en que la captura indeseada de aves, además de resultar incómodo y "visualmente desagradable" para los pescadores, supone un trastorno económico para ellos, ya que en numerosos caso les obliga a reconstruir los anzuelos.
Destacó la buena disposición mostrada por numerosos representantes del sector para aplicar estas medidas, y abogó por incidir en la formación de los profesionales para que se conciencien de que ello no requiere un desembolso económico importante, aunque sí la adopción de nuevos hábitos.
Según los datos facilitados por SEO/BirdLife, anualmente se utilizan en el mundo 100 millones de anzuelos, y se calcula que son capturadas entre 0,25 y cinco aves por cada 1.000 anzuelos.
De las 24 especies de albatros que hay en el mundo, veinte están amenazadas, según puso de manifiesto la organización ecologista, que advirtió además de que algunas de esas especies cuentan con un número de individuos muy reducido (unos 20.000 ejemplares) y no podrán por lo tanto soportar una mortalidad no natural tan elevada.
El impacto de la pesca con palangre es también muy fuerte en el Mediterráneo, según la SEO/BirdLife, que citó como ejemplo que anualmente mueren entre 400 y 1.800 "pardelas cenicientas" en Columbretes (Castellón), a las que suman otras 1.300 en Baleares, lo que amenaza la conservación de una especie que o alcanza las 3.000 parejas en todo el mundo.
Carboneras valoró la intervención de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la obligación que tienen los países de impulsar planes de acción nacionales para evitar esas muertes.
Aseguró que España, como potencia pesquera, debería ejercer un liderazgo mundial en este asunto, y subrayó los trabajos que ya han iniciado la secretaría general de pesca y el Ministerio de Medio Ambiente para impulsar medidas que corregirían esa situación.
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