Fuente: Madrid/Geoscopio.
La sociedad pública "Riegos de Navarra” ha modernizado, desde 1985, un total de 8.528 hectáreas de regadío y ha creado 13.135 nuevas hectáreas de regadío.
La sociedad pública "Riegos de Navarra" presentará en el XIX Congreso Nacional de Riegos, que está teniendo lugar en Zaragoza, un folleto sobre los beneficios derivados de la modernización de regadíos, para lo que se ha elegido como ejemplo el caso de Caparroso, en donde el consumo de agua se ha reducido en un 20%, estimándose un ahorro global por éste y otros conceptos de 66 millones de pesetas anuales.
El congreso dedica esta edición a la modernización de los regadíos tradicionales, en el marco del Plan Hidrológico Nacional y del Plan Nacional de Regadíos. Hasta el jueves, expertos y profesionales del sector de toda España debatirán distintos aspectos agronómicos, de diseño, de investigación, sociológicos y legislativos referidos al mundo del riego.
El citado folleto recoge la experiencia de Caparroso, por tratarse de la primera zona de envergadura en la que se llevó a cabo la modernización, precedida de una concentración parcelaria, y en la que ya ha transcurrido el tiempo suficiente, tres campañas agrícolas, para hacer una valoración objetiva de las consecuencias.
Concretamente, la actuación se llevó a cabo sobre 1.232 hectáreas de regadío tradicional abastecidas de la acequia Bayunga, pertenecientes a 600 propietarios, y con una elevada fragmentación que dificultaba su explotación: 3.411 parcelas, de un tamaño medio de 0,38 ha.
Tras la concentración parcelaria, se obtuvo una superficie neta de cultivo (exceptuando caminos, acequias, etc.) de 1.100 ha, reduciéndose el número de fincas a 900, de las que 600 conforman un total de 400 explotaciones con un tamaño medio de 2,75 hectáreas, y el resto (300) son huertas familiares.
Las obras de modernización, con un presupuesto de 1.014 millones de pesetas, se centraron en la construcción de 60 km. de nuevas acequias y 70 km. de caminos, así como en la nivelación del terreno (colocación de la superficie a un mismo nivel). Los trabajos finalizaron en mayo de 1998.
El estudio recogido en el folleto ha consistido en una encuesta a los principales agricultores de la zona y en un nuevo análisis del terreno para determinar la calidad de la tierra obtenida tras la nivelación realizada.
El trabajo estudia los beneficios derivados de la modernización en diversos ámbitos, entre los que cabe resaltar los referidos al consumo de agua y mejoras medioambientales, el ahorro económico y el importante aumento de la calidad de vida de los propios agricultores.
En lo que se refiere al riego, destaca un mejor aprovechamiento del agua debido a la ausencia de pérdidas en el transporte, la menor longitud de las acequias y la concentración de las parcelas, lo que ha posibilitado un ahorro en el consumo de más del 20%.
Además, el tiempo empleado por el agua en regar la parcela ha disminuido un 40%. Ello reduce también la presencia del agricultor en la finca, con ahorros de tiempo de hasta un 70% en el caso de los cultivos de maíz y alfalfa (700 ha.).
Cabe indicar también que la calidad del trabajo del regante ha mejorado de forma significativa, gracias a que todas las acequias disponen ahora de camino, a la forma regular de las fincas y a la práctica desaparición de los riegos nocturnos, antes muy frecuentes. Por otra parte, los cuatro cortes anuales para limpieza de cauces (de tres días de duración) se han reducido a uno anual, de 24 horas de duración.
La concentración parcelaria y la mejora de los caminos ha tenido su reflejo en un ahorro de 300.000 km anuales de desplazamientos (13.125 horas anuales) y un incremento del 60% en la velocidad de los desplazamientos, además de un aumento de la seguridad vial.
En lo que se refiere a la calidad de la tierra, ésta ha mejorado en un 6% gracias a las labores de nivelación, eliminación de filtraciones y mejora de acequias.
También existen importantes consecuencias positivas en los cultivos. Así, se ha reducido en un 20% el tiempo de laboreo, constatándose también ahorros en materias primas (semillas, abono, herbicidas) y un descenso en las averías de la maquinaria. Pero sobre todo, la modernización ha posibilitado la ampliación de la gama de cultivos a especies como el espárrago y la alfalfa. Por el contrario, desciende un 25% el maíz que, anteriormente, ocupaba la mayor parte de la superficie.
Finalmente, en el terreno medioambiental, cabe destacar la consecución de un ahorro medio de 70 toneladas anuales en combustibles fósiles, el deslinde efectivo de cañadas que permitirá su conservación, y la ampliación de la zona de recreo en la ermita de la Virgen del Soto.
De acuerdo con los datos recogidos, el ahorro conseguido en la zona en concepto de riegos, limpieza de cauces, desplazamientos, materias primas, tiempo de dedicación (laboreo, recolección, abonado, etc.) y otros gastos como la contribución a la comunidad de regantes se puede estimar en 66.000 pesetas por hectárea y año; es decir, un total de 66 millones de pesetas anuales para el conjunto del regadío.
Las nuevas condiciones de los regadíos han elevado notablemente la calidad de vida del agricultor, que ha visto también incrementar su tiempo libre. Esta mejora, unida al aumento de competitividad de las explotaciones, son aspectos importantes a la hora de que la agricultura sea atractiva para los jóvenes, propiciando su permanencia en el medio rural.
Enviar la noticia a un colega