La Unión Europea (UE) mantendrá su apoyo al acuerdo de Kioto de lucha contra el cambio climático, mientras aguarda la posible quiebra de esta unanimidad comunitaria por parte del nuevo Gobierno de Italia. En cualquier caso, se ratificó en los compromisos establecidos en el VI Programa de Acción medioambiental de la UE, entre los que cabe destacar la ratificación del Protocolo de Kioto en 2002, el duplicar el uso de energías renovables en 2010 y el detener el deterioro de la biodiversidad en diez años.

El plan está relacionado con la Estrategia de Desarrollo Sostenible que los líderes de la UE tienen previsto aprobar en la próxima cumbre de Gotemburgo (Suecia), los días 15 y 16 de junio.

El programa prevé una revisión del cumplimiento de los objetivos propuestos dentro de cinco años y la inclusión de criterios medioambientales en el resto de las políticas de la Unión, según recordó la comisaria europea de Medio Ambiente, Margot Wallstrom.

Las decisiones relacionadas con la protección medioambiental "tendrán la misma importancia que otras cuestiones decididas en la Unión", auguró Wallstrom, quien citó la lucha contra el cambio climático como "uno de los desafíos más importantes que tenemos en la Unión, que deberá asumir un papel de líder mundial" en este terreno.

Las iniciativas que apliquen los principios generales establecidos en ese programa de acción comunitario deberán ser presentadas como muy tarde cuatro años después de que aquel sea aprobado definitivamente, para lo cual habrá de contar todavía con el visto bueno del Parlamento Europeo.

Los Quince prometen cumplir los objetivos de reducción de emisiones contaminantes al que se comprometieron al firmar el Protocolo de Kioto sobre cambio climático, es decir, reducirlas en un 8 por ciento entre 2008 y 2012 sobre los niveles de 1990.

La Unión evaluará en 2005 que se ha conseguido un "avance demostrable" en este terreno y, entre otros compromisos, asume el de desarrollar el comercio de derechos de emisiones de dióxido de carbono, uno de los instrumentos vinculados al plan acordado por los países industrializados en Kioto en 1997.

Los Quince también afirman que apoyarán un aumento de la eficiencia energética, para lo cual revisarán las subvenciones que actúan"en contra de una utilización eficaz de la energía" con la intención de llegar a "su supresión paulatina".

La Unión reitera su objetivo de aumentar en 2010 al 12 por ciento el uso de fuentes de energía renovables, mediante la aplicación de incentivos si fuera necesario.

En 2010 los Quince deberán haber actuado para detener el deterioro de la biodiversidad y, en concreto, para conservar el medio ambiente marino, costas y humedales, prevenir la erosión y la desertización y luchar contra la fragmentación de los hábitat.

En relación con la agricultura, los Quince deberán emplear prácticas más ecológicas y con este fin apoyarán la "plena utilización de las oportunidades de la Política Agrícola Común".

Con respecto a los organismos modificados genéticamente (OGM), los Quince favorecen el desarrollo de "disposiciones y métodos de evaluación de riesgos, identificación, etiquetado y rastreabilidad" para controlar sus consecuencias sobre la salud y el medio ambiente.

Por último, entre los objetivos propuestos destaca el de establecer antes del 2002 metas específicas para reducir todos los tipos de residuos en el horizonte de 2010.