Fuente: Madrid/Geoscopio.
El PNUMA aprovechando la conmemoración del Día Mundial del Medio Ambiente ha concedido los Premiso Global 500, la más alta distinción en el campo del conservacionismo y para muchos equivalentes al Nobel de Ecología, a 18 personas y organizaciones de todo el planeta.
Los premios Global 500 son concedidos anualmente por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), en ocasión del Día Mundial del Medio Ambiente (5 de junio), a personas y organizaciones que han realizado contribuciones sobresalientes a la protección del medio ambiente. En el año 2001 se han concedido un total de 18 premios, en las categorías de jóvenes y adultos, en las celebraciones que han tenido lugar en Turín, Italia.
Klaus Töpfer, Director Ejecutivo del PNUMA, manifestó: "Los galardonados de la Lista de Honor de los premios Global 500 del PNUMA pertenecen a un movimiento ecológico amplio y en expansión que está floreciendo en todo el mundo. Han elegido el camino que muchos de nosotros hemos dudado en seguir por falta de tiempo o de solicitud".
El grupo formado por un matrimonio de Malasia que ha rescatado más de 250 mil huevos de tortuga, un pediatra de Kenia que ha transformado, prácticamente en solitario, una vieja cantera en una reserva natural sumamente apreciada, una empresa estadounidense que se especializa en turismo ecológico y un adolescente canadiense que comenzó a luchar contra el abuso de los plaguicidas a los 10 años de edad, figuran entre los galardonados en 2001 con uno de los prestigiosos premios conocidos como "Global 500".
Equipo de salvamento de tortugas de Malasia,
La Dra. Chan Eng Heng y su esposo Liew Hock Chark comenzaron su cruzada para rescatar los huevos de tortuga, evitando su venta como alimento, en 1993, tras alarmarse por el hecho de que las tortugas en la Isla Redang, en Malasia, estaban al borde de la extinción como resultado del negocio de recogida de huevos con autorización gubernamental.
El equipo, basado en la Dependencia de Investigación sobre las Tortugas Marinas (SEATRU) del University College de Terengganu, decidió recaudar fondos y comprar huevos a los recolectores, permitiendo su incubación y eclosión naturales en la playa en la que habían sido puestos.
El equipo dice: "Cuando una tortuga hembra pone huevos, se marca el nido con una estaca de madera. Por la mañana, cuando viene el recogedor de huevos, le pagamos por dicho nido para que no se recojan los huevos y se vendan en el mercado. Los nidos están vigilados 24 horas al día para protegerlos de los depredadores y se permite que las crías procedan naturalmente a la eclosión".
La única intervención humana directa tiene lugar si algunas de las crías no puede llegar a la eclosión y alcanzar el mar. El proyecto de la Doctora Heng y del Sr. Chark, se ha conocido desde 1998 como el Programa de Reintegración de las Tortugas al Mar (STOP, por sus siglas en inglés), los participantes se desplazan una vez terminados dos o tres días y excavan el nido para ayudar a las crías de tortuga que queden.
El matrimonio estima que se han salvado más de 250 mil huevos en Chagar Hutang de Redang desde que comenzaron, habiéndose devuelto al mar más de 200 mil crías. El Departamento de Pesquerías de Malasia y el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) de Malasia están experimentando sistemas de rescate de huevos análogos basados en su trabajo.
Existen planes para ampliar el programa a otras playas de la Isla Redang y a otras zonas de Malasia. También se planifica un sistema de concienciación pública con la participación de los operadores de hoteles locales y lugares de esparcimiento.
Los investigadores han seguido a las crías utilizando etiquetas colocadas en el caparazón que enlazan con el sistema de recepción del satélite ARGOS. Explican: "Hemos descubierto que no todas ellas viajan al mismo lugar, sino que van a parar a aguas de países como Indonesia y las Filipinas. Allí permanecen, alimentándose y desarrollándose hasta su próximo ciclo reproductor, que puede llevarse a cabo entre dos y siete años más tarde".
La Dra. Heng y el Sr. Chark dicen que están sumamente satisfechos por el hecho de que se les haya concedido uno de los premios Global 500. "Nos agrada sobremanera el reconocimiento no esperado. Esperamos que con este premio los políticos locales prestarán más atención y consideración a nuestros llamamientos sobre una prohibición legal de la venta comercial de huevos de tortuga en los mercados de Terengganu. También esperamos que los organismos locales reconozcan a los ciudadanos locales de Malasia, que luchan con el mismo denuedo que las organizaciones internacionales para salvar las especies amenazadas de extinción de nuestro país" señalan.
Tierras abandonadas convertidas en lugar de belleza singular
El Dr. Fredrick Gikandi ha llevado a cabo durante los últimos 13 años una cruzada personal para rehabilitar una cantera abandonada, de grandes dimensiones, ubicada cerca de la ciudad costera de Mombasa, en Kenia. La cantera, de unos 13 metros de profundidad y situada a 65 metros de la costa con su fondo a solo 121 centímetros sobre el nivel del mar, se había destinado a ser un vertedero municipal.
ocupaba al ecologista, que es un pediatra local, que los residentes de las zonas circundantes fueran víctimas de la contaminación causada por las basuras en descomposición y que los vertidos contaminaran los hábitats costeros y marinos de dicha parte del Océano Índico.
Tras invertir una gran cantidad de tiempo y de trabajo y una suma estimada en EUA$200 mil dólares de su propio dinero, el emplazamiento constituye ahora un lugar de notable belleza, reserva natural y centro cultural. Las actividades que han atraído el apoyo de los habitantes gracias a las activas campañas del Dr. Gikandi dirigiéndose al público y distribuyendo octavillas en las escuelas y grupos comunitarios, han incluido el terraplenado de la cantera con suelos y la plantación de árboles para crear un bosque comunitario.
Se invitó a diez personas de diferentes tribus a construir sus hogares tradicionales en claros una vez completada la reforestación del lugar. El lugar, que está sirviendo de modelo para otras comunidades que tratan de rehabilitar tierras descuidadas y abandonadas se ha denominado "Ciudad Ngomongo".
El Dr. Gikandi dice, refiriéndose a su galardón Global 500: "Estimo que lo que hemos hecho nunca se ha apreciado suficientemente. Con este premio recibimos dicho reconocimiento. Para mí es un mundo".
Manifiesta que espera que el premio ayude a recaudar fondos adicionales perentoriamente necesarios porque "el proyecto no está finalizado. Quisiera construir un acceso para sillas de ruedas para personas discapacitadas y también necesitamos más suelo".
El Dr. Gikandi desea también establecer un centro de modo que grupos, de los que formen parte escolares, puedan acudir y adquirir conocimientos sobre el proyecto y la naturaleza en general. Está trabajando con el Kenya Wildlife Service para concebir un sistema mediante el cual los animales de pasto acudan a terrenos naturalmente gestionados.
Sven Olof Lindblad, propietario de la operador turístico Lindblad Expeditions que durante años se ha distinguido por sus buenas prácticas de ecoturismo.
Una empresa de turismo sostenible
Sven Olof Lindblad es propietario del operador turístico Lindblad Expeditions que durante años se ha distinguido por sus buenas prácticas de ecoturismo. El objetivo de Lindblad es que sus viajeros puedan aprender sobre temas de historia natural y adquirir conocimientos sobre la conservación de los lugares que visitan.
Cuando sus barcos no están llevando turistas a lugares exóticos como la Antártida o las Islas Galápagos, con frecuencia los emplea como centros de conferencia flotantes en los que ambientalistas y personas encargadas de la formulación de políticas medioambientales se reúnen para negociar acuerdos relacionados con la conservación.
Como resultado de una de las reuniones organizada por el Lindblad, se establecieron zonas protegidas en las Islas de la Bahía, en la costa norte de Honduras y en el golfo de California, en México.
Además, el Lindblad ha establecido el "Fondo para la Conservación de las Islas Galápagos", que ha promovido acciones de conservación en esas islas por un valor próximo a los 100 millones de pesetas.
También ha creado una "Fundación de Viajeros para la Conservación", que funciona como parte de la asociación Agencias de Turismo de los Estados Unidos, en la que ahora participan muchas empresas que anteriormente no se interesaban por el ecoturismo o la conservación.
Lindblad aborda con pragmatismo su pasión por la naturaleza y sus inversiones en la conservación de algunos lugares emblemáticos. "En parte es por altruismo, pero además porque creo que también es un buen negocio. La salud del medio ambiente es fundamental para nuestras actividades comerciales. Si los lugares que visitamos no son saludables, no están en buenas condiciones, o no prosperan, la gente no querrá visitarlos. Por eso me parece que es muy importante que la enorme industria turística empiece a pensar en invertir en su activo principal: los lugares que visita. Si no lo hace, desaparecerán la cultura y la naturaleza, que es lo que el turista espera encontrar."
Activista contra plaguicidas
Jean-Dominic Levesque-Rene comenzó su campaña en favor del medio ambiente en su ciudad natal de Ile Bizard, Quebec, en Canadá, a la temprana edad de diez años. Empezó su cruzada contra los plaguicidas tres años después de que los médicos diagnosticaran que tenía un linfoma No Hodgkin.
Jean-Dominique, que actualmente tiene 17 años, estaba convencido de que el cáncer lo había provocado la exposición a los plaguicidas. "Empecé esta campaña, en la que yo era el único niño e integrante, para prohibir esos productos químicos en 1994. La primera vez que me hicieron quimioterapia recordé que cuando era un niño pequeño siempre me enfermaba cuando mis padres rociaban el jardín con herbicidas e insecticidas".
Una de las veces que estuvo internado en el hospital leyó un panfleto producido por la Sociedad Estadounidense contra el Cáncer que hablaba de la relación entre el uso de un herbicida común y su enfermedad. Así pues, Jean-Dominic empezó con sus manifestaciones mensuales frente a la Municipalidad de Ile Bizard, en las que pedía que la misma prohibiera el uso de plaguicidas.
Los medios de difusión se interesaron mucho en estas manifestaciones y otros niños empezaron a participar en ellas. Jean-Dominic también instó a funcionarios de salud pública a que hicieran un estudio sobre los índices de casos de cáncer en Ile Bizard, ciudad en que la mitad de los terrenos se usan para campos de golf y donde, en esa época, empleaban cantidades considerables de plaguicidas para que los campos de golf estuvieran inmaculados.
En el informe, publicado el 21 de febrero de 1998, se decía que el porcentaje de niños con cáncer en Ile Bizard cuadruplicaba el de toda la provincia de Quebec en total. El año pasado, la municipalidad y el alcalde dieron su visto bueno a la prohibición de plaguicidas en Ile Bizard.
Jean-Dominic llevó su campaña a todo el Canadá, dirigiéndose a distintos niveles de gobierno a través de peticiones, cartas, charlas informativas, discursos y conferencias. Las actividades de Jean-Dominic sirvieron para que muchas otras municipalidades del Canadá también promulgaran decretos para prohibir los plaguicidas. En mayo de 2000, el Comité Permanente sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo Sostenible del Parlamento Federal del Canadá recomendó que se prohibieran los plaguicidas utilizados con fines cosméticos.
Jean Dominic dice: "Lo que yo quería era que la gente tuviera conciencia de cómo afectaban la salud de sus hijos cuando usaban plaguicidas en los jardines. A los diez años tuve que luchar para no morir. Todavía sigo luchando. Pero también estoy luchando por el derecho de los niños a vivir en un medio sano.
Mi sueño es que éste sea un planeta sin plaguicidas. Los seres humanos podemos elegir porque hay alternativas. Podemos usar productos naturales, como el bicarbonato de soda, el ajo o el vinagre, que no perjudican ni la salud humana ni el medio ambiente".
Durante el discurso de entrega de los premios, Klaus Töpfer comentó: "Al honrar a los 500 galardonados, el PNUMA espera que otros encuentren inspiración en sus extraordinarias acciones. También esperamos que sus ejemplos inspiren y guíen a muchos otros hombres, mujeres y jóvenes para que se unan a la coalición mundial dedicada a proteger el medio ambiente".
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