Fuente: EFE.
Los habitantes de la zona de Mindo, al norte de la capital ecuatoriana, mientras esperan la contestación a sus demandas, han advertido de que, si es necesario, se encadenarán a los árboles para evitar que los derriben para construir un oleoducto de crudos pesados adjudicado al consorcio internacional "OCP Limited", liderado por Repsol-YPF.
Milton Narváez, representante de la comunidad y uno de los líderes de la agrupación "Acción Mindo", aclaró que no se oponen a la construcción del oleoducto, sino a su eventual paso por la ruta norte, que afecta a la zona de Mindo, de alta biodiversidad.
"No vamos a permitir que se construya ese oleoducto por la ruta norte. Estamos preparándonos para poner cabañas sobre los árboles", dijo al aclarar que no actúan sólo como comunidad sino que tienen el respaldo de la poderosa Confederación de Nacionalidades Indígenas y de organizaciones de derechos humanos, entre otros.
El consorcio internacional "OCP Limited" advirtió el martes pasado que revisará el contrato suscrito con el Gobierno, si el Ministerio de Ambiente no le concede la licencia respectiva.
El presidente del consorcio, el colombiano Hernán Lara, manifestó que su empresa "volvería a revisar" el contrato, para analizar su continuación si no obtiene la licencia ambiental.
La construcción del nuevo Oleoducto para Crudos Pesados (OCP) fue concedida al consorcio liderado por la empresa hispano-argentina Repsol-YPF e integrada por la canadiense Alberta Energy, la italiana Agip, la argentina Techint y las estadounidenses Kerr McGee y Occidental.
Varios grupos ecologistas han intensificado su rechazo el trazado del nuevo oleoducto, porque el sector de Mindo es una reserva natural ubicada al noroeste de Quito considerada como una de las más ricas en el mundo en biodiversidad por su concentración de aves y mariposas.
Lara indicó que el consorcio está dispuesto a asumir las observaciones que los grupos ambientalistas hagan, de forma responsable, al trazado de la tubería, así como a las sugerencias ambientales que obliguen a mejorar la conservación del entorno.
La firma internacional está dispuesta a coordinarse con los grupos ambientales para que constaten que los trabajos intentarán afectar lo menos posible a la zona.
"OCP Límited" invertirá 1.100 millones de dólares en la construcción del nuevo oleoducto de 503 kilómetros de longitud que unirá los campos petrolíferos de la Amazonía con los puertos de embarque en el Pacífico.
Prevé que el OCP entraría en funcionamiento en el primer semestre de 2003, lo que permitirá duplicar la producción nacional de crudo, que actualmente bordea los 400.000 barriles diarios.
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