Fuente: Madrid/Geoscopio.
Abarcará el período 2001-2006 y tendrá una inversión de 80.000 millones de pesetas 9.150 millones. El Plan prevé que el costo de la correcta gestión de los lodos corresponda, en aplicación del principio de responsabilidad del productor, a los responsables de las plantas de depuración, aunque estos podrían repercutirlo sobre las poblaciones a las que dan servicio.
El Consejo de Ministros del pasado viernes ha aprobado el Plan Nacional de lodos de depuradoras de aguas residuales para el periodo 2001-2006, para cuya ejecución se ha previsto una inversión total de 79.150 millones de pesetas. El plan fija la adecuada gestión de este tipo de residuos, que estaban excluidos del Plan Nacional de Residuos Sólidos, y establece el marco adecuado para su correcta valorización y reciclaje, en cumplimiento de las legislaciones europea y española.
El presente Plan pretende proteger el medio ambiente, especialmente la calidad del suelo, mediante la gestión adecuada de los lodos. Siguiendo el principio de jerarquía contemplado en la Ley de Residuos de 1998, se obliga a reciclar todo lo posible los lodos, es decir, aprovechar al máximo su materia antes que la energía contenida en la misma.
Esto significa dar una clara prioridad al compostaje en todas sus variantes y, en los casos en que no sea técnica o económicamente posible, recurrir a la valorización energética, incluidas la metanización, biogestión y similares.
Otra importante previsión del Plan es la indecisión de un Programa de Caracterización Analítica de los Lodos con el fin de identificar aquellos utilizables para usos agrícolas (los menos contaminados), obligando a los que tengan altos contenidos en contaminantes a su adecuada gestión ambiental.
Los objetivos ecológicos de este Plan son: reducción en origen de la contaminación de los lodos; reducción a un máximo del 20 por 100 de los lodos depositados en vertederos antes de 2007; caracterización de los lodos generados en España antes de 2003; valorización de al menos el 80 por 100 de los lodos antes de 2007 (un 65 por 100 en usos agrícolas y un 15 por 100 valorización energética) con una correcta gestión ambiental del 100 por 100 de las cenizas de incineración y, finalmente, creación de un sistema estadístico y base de datos sobre los lodos y su gestión, que se integre en el futuro Inventario Nacional de Residuos.
El presupuesto global del Plan, a invertir a lo largo de seis años, se eleva a 79.150 millones de pesetas. La mayor parte de este presupuesto, en concreto 67.600 millones de pesetas, se destinarán a la construcción de nuevas plantas de compostaje, centros de recogida y almacenaje, plantas de secado, etcétera.
Las Administraciones Públicas financiarán directamente los programas de reducción de la contaminación en origen (5.000 millones de pesetas), de caracterización analítica de los lodos (3.500 millones), de I+D+I (2.000 millones de pesetas), de sensibilización pública y concienciación ciudadana (400 millones), de formación de personal especializado (400 millones) y de control estadístico (250 millones).
El costo de la correcta gestión de los lodos corresponde, en su mayor parte y en aplicación del principio de responsabilidad del productor, a los responsables de las plantas de depuración, es decir, a las entidades locales o empresas que en su nombre gestionen las citadas plantas. Naturalmente, ese costo puede trasladarse a los productores últimos del residuo, es decir, a las poblaciones que vierten sus aguas sucias a cada depuradora, a través de las correspondientes tasas municipales de depuración. Por tanto, serán los ciudadanos, cuyas aguas sucias se depuran, los que asuman el costo.
La carencia de datos estadísticos fiables sobre generación y gestión de este tipo de residuos ha quedado de manifiesto durante la elaboración de este Plan. Según los datos que figuran en los planes de residuos de las Comunidades Autónomas, se puede estimar que en España se generaron en 1998 alrededor de unas 800.000 toneladas de lodos, expresados en materia seca (deshidratados).
El Plan incluye un programa específico para la creación de un sistema de información y base de datos con el fin de centralizar los datos sobre lodos. Sobre el destino o gestión que se hace de estos residuos, se estima que un 22 por 100 de estos lodos se depositan en vertedero, un 51 por 100 se destina a usos agrícolas y un 4 por 100 a incineración.
Sobre equipamientos e infraestructuras existentes en la actualidad en España para la gestión de los lodos, se dispone de plantas de compostaje en Cataluña, Castilla y León, Baleares, Valencia, Madrid y Navarra, que suman una capacidad total de tratamiento del orden a las 560-600.000 toneladas al año de lodos deshidratados. También se dispone de incineradoras de lodos en Andalucía, Aragón, Valencia y País Vasco, con capacidad total para incinerar unas 200.000 toneladas al año.
Teniendo en cuenta las nuevas depuradoras construidas o en construcción, su capacidad, la población a la que sirven y aplicando ratios medios, el Plan estima que a finales del año 2005 la cantidad de lodos generados podrá alcanzar entre 1.300.000 y 1.500.000 toneladas.
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