El análisis de la Comisión de Tractores de ANSEMAT (Asociación Nacional de maquinaria agropecuaria, forestal y de espacios verdes) vuelve a mostrar sus dudas sobre el nivel real de mercado y las necesidades del sector agrícola. Dentro de un escenario complicado, los resultados del primer trimestre no prevén mejoras en este mercado que hasta el mes de febrero arrastra una caída del 7,7% (cifras del Registro Oficial de Maquinaria Agrícola aportados por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente).

La nota negativa nos la trae el comportamiento meteorológico, decisivo si la lluvia no aparece. Un periodo de sequía prolongado podría empeorar el mercado lo que afectaría al desarrollo anual; un primer semestre con un mercado a la baja sería difícil de recuperar en el segundo semestre.

Por tipos de tractores, la tendencia a la polarización del mercado en función de la demanda sigue vigente entre los equipos más o menos profesionales, tecnificados, potentes y capaces. De esta manera, si la crisis económica ha afectado negativamente el mercado del tractor no profesional, especialmente el de menos de 60CV, parece que la ausencia de lluvia implicaría al segmento de tractores de alta potencia, que supone en torno al 21% del mercado.

En cuanto a potencias, (teniendo en cuenta que la potencia media por tractor en España es de 109CV) el mercado por debajo de esa media es el que más sufre en el arranque del año, mientras el situado entre los 100CV/150CV muestra un interesante crecimiento. En cuanto a las motorizaciones, reducen su presencia todos los segmentos excepto los de 6 cilindros. En cuanto a tipos, parece que los fruteros, en el inicio del año aguantan mejor los malos resultados e incluso se observan perspectivas positivas.

De esta forma, las expectativas para el mercado de 2012 hoy, son peores que el año pasado, situándose el cierre del mercado en torno a las 9000 unidades.

Pese a todo y, en positivo, el sector agrícola es un sector estratégico, que está soportando mejor que otros el mal momento económico y que, además, ha de responder a un reto fundamental: el de la alimentación. El futuro de una agricultura competitiva, productiva, eficiente y sostenible, solo se puede entender a través de la tecnificación del medio agrícola y esto solo es posible gracias a los tractores y la maquinaria agrícola.