El MARM invertirá más de 40 millones de euros para el desarrollo y ejecución de los regadíos privados de la zona de Monterrubio de la Serena (Badajoz)
Lunes, 27 de Septiembre de 2010
Fuente: Geoscopio/Madrid. Autorizada la firma de un convenio de colaboración entre el MARM, la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente de Extremadura y la Comunidad de Regantes del Valle del Zújar de Monterrubio de la Serena
El Consejo de Ministros ha autorizado, en su reunión de hoy, la suscripción de un convenio de colaboración entre el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM), la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente de la Junta de Extremadura y la Comunidad de Regantes del Valle del Zújar de Monterrubio de la Serena para el desarrollo y ejecución de los regadíos privados de la zona de Monterrubio de la Serena (Badajoz).
El MARM invertirá un total de 40.459.729 euros, con cargo a los ejercicios presupuestarios entre 2011 a 2014, para la realización de las actuaciones fruto de este convenio. Se trata de obras de transformación en regadío declaradas de interés general del Estado mediante la Ley 53/2002, de 30 de diciembre, de Medidas Fiscales, Administrativas y del Orden Social, en el marco de programas de regadíos privados incluido en el Plan Nacional de Regadíos (PNR). Las obras a ejecutar y financiar por el MARM son las siguientes:
Impulsión y conducción embalse del Zújar.
Electrificación, impulsión y automatismo.
Medidas correctoras
Por su parte, la Comunidad de Regantes del Valle del Zújar de Monterrubio de la Serena realizará y financiará, por un importe de 36.867.119 euros, las siguientes actuaciones:
Balsa de regulación.
Redes de distribución.
Redes terciarias.
Estaciones de bombeo y filtrado.
Telecontrol.
Electrificación de estaciones de bombeo.
Medidas corretoras.
El objeto de la transformación en regadío de las 6.000 hectáreas de esta zona es establecer riegos de apoyo, preferentemente al cultivo del olivar existente, para estabilizar las producciones y eliminar en lo posible los fenómenos de vecería que se producen, y a otros cultivos leñosos con necesidades de riego similares al olivar, contribuyendo de esta forma al mantenimiento de la población rural así como a garantizar la rentabilidad de las explotaciones de la zona.