El director general de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena), Javier Marín, ha anunciado que la entidad mantiene su plan de inversiones con 3.400 millones entre 2009 y 2010, a pesar de la caída de pasajeros en los aeropuertos de la red por la crisis económica, si bien reconoció que "se ajustarán algunas inversiones en el tiempo". 

El ente gestor reorganizará su estructura ante la caída de ingresos.
Paralelamente, el Consejo de Administración del organismo ha aprobado una reestructuración organizativa que le permita alcanzar fuentes alternativas de ingreso a las que dependen del tráfico aéreo, entre otras medidas. 

“Altísimo endeudamiento”

Marín ha indicado que la inversión de Aena entre los años 2000 y 2008 ha sido en torno a los 15,1 millones de euros. Asegura que estas inversiones se mantendrán porque la situación económica actual es "coyuntural" y una vez pase la crisis, "las infraestructuras aeroportuarias deberán estar preparadas, seguir siendo eficaces y no tener problemas en el futuro".

Javier Marín destacó que en los últimos años Aena ha realizado una importante inversión en infraestructura que han permitido a España crecer más que otros países, pero admitió que ahora se enfrentan a un momento de altísimo endeudamiento con caídas del 15%. Estamos viviendo una situación de cambio súbito y radical, pasando de crecer a un 4% a descensos del nueve, once y 14%", ha resaltado. 

Por su parte, la directora de Navegación de Aena, Carmen Librero, apuntó que la congelación de las tasas de ruta en 2010 conlleva medidas enfocadas a incrementar la eficiencia del servicio. "La mejora de la operación del sistema reduciendo retrasos y costes asociados representa alrededor de 1.100 millones de euros anuales en Europa", subrayó.

Agregó, por otra parte, que es necesaria una adaptación de la capacidad productiva en función de la demanda del tráfico, optimizar las rutas y actuaciones de congelación de algunas operaciones. Además, detalló que se están ajustando a la baja los contratos de telefonía, proveedores, energía eléctrica, tecnología y con empresas consultoras.

Aena también está analizando cómo optimizar la jornada de trabajo "cumpliendo el reglamento para reducir los costes de personal", así como un nuevo modelo de trabajo para la organización de mantenimiento. 

Reestructuración organizativa 

Por otra parte, ante la reducción de ingresos a consecuencia de la drástica caída del tráfico aéreo, Aena potenciará las actividades comerciales, especialmente aquellas que no dependen directamente de la evolución del tráfico aéreo, y aplicará un exigente plan de reducción de gastos. Así lo ha decidido el Consejo de Administración de Aena, presidido por Juan Ignacio Lema Devesa, en su última reunión en la que ha sido aprobada una nueva estructura organizativa que le permita alcanzar eficazmente estos objetivos.
En tal sentido, la Dirección de Espacios y Servicios Comerciales (actualmente en dependencia directa de la Presidencia) será integrada en la Dirección de Aeropuertos, “un cambio que facilitará que los aeropuertos sean unidades de negocio, responsables e impulsores, de manera integrada y coordinada de todos sus ingresos, incluidos los comerciales”, argumenta Aena.

Así mismo, las contrataciones han sido centralizadas bajo una Dirección de Contratación dependiente de la presidencia, buscando mejorar la eficacia de estos procesos y permitir a la actual Dirección de Administración y Finanzas concentrar y aumentar su esfuerzo en las actuaciones para garantizar la viabilidad económico-financiera de Aena, especialmente en el impulso y coordinación de la implantación del plan de reducción de gastos de Aena.

Sostenibilidad medioambiental
Por otra parte, se ha creado una Dirección de Medio Ambiente que lidere y coordine todas las actuaciones medioambientales, incluyendo también el impulso de las actividades de eficiencia energética y energías renovables.
El objetivo es mejorar la sostenibilidad ambiental en aspectos como la compatibilización de las operaciones aéreas y del desarrollo de las infraestructuras aeroportuarias con los entornos locales -ruidos, afecciones en el territorio y medio natural, entre otros-, la reducción de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) de las aeronaves y el impulso de estrategias y planes de actuación que permitan aumentar la eficiencia energética y el uso de energías renovables.