Según el presidente de Jóvenes Agricultores-Asaja, Eladio Aniorte, «el agua que ha caído estos días ha sido maravillosa para todas las plantaciones de Alicante porque ha llovido en grandes cantidades pero sin hacer daño, como ocurrió el fin de semana del 15 de septiembre».

En los mismos términos se expresa el presidente de La Unió-Coag, Juan Pastor, quien señala: «Ha sido una lluvia muy buena para todos».

Los cultivos más beneficiados con las precipitaciones de los últimos días son los cítricos y las hortalizas como el brócoli, que, con esta bajada de temperaturas, crece más y mejor; los olivos, cuya calidad del producto y del aceite será mejor; las almendras, que tenían la madera muy seca y con este agua las prepararán bien para la primavera; para las zonas de secano y de cereales, y, en general, a todo el campo, «incluso, a los invernaderos ha beneficiado», asegura Aniorte.

No obstante, si sigue lloviendo en estas cantidades, puede que la uva de mesa salga perjudicada, ya que tanta humedad podría acabar por bajar su calidad, así como sufrir la aparición de hongos. En cierta medida, más agua estropearía, además, a la uva de vino, especialmente a la variedad Aledo. De igual modo, aunque menos probable, un mayor número de precipitaciones podría perjudicar al cultivo de la granada, tan extendida en el campo de Elche, «pero deberían ser cantidades muy, muy grandes de agua las que lograrían lastimar las granadas», añade el presidente de Asaja.

Por otro lado, el presidente de La Unió-Coag afirmaba que estas precipitaciones habían sido muy buenas para los agricultores porque «han ahorrado un riego», lo que, además de implicar un desembolso económico menor, supone una reserva de agua extra para futuros riegos. Sin embargo, Pastor añade que «sería bueno que lloviera más en las cabeceras para disponer una reserva aún mayor en los pantanos».

Los agricultores ya han evaluado los daños producidos por el granizo de hace dos fines de semana. Según el presidente de Jóvenes Agricultores-Asaja, Eladio Aniorte, «entre Monóvar y La Romana, hay cultivos de uva que han perdido entre el 100% y el 60% de la producción y de 400 hectáreas, 300 han sufrido daños. En la Vega Baja, sobre todo en la zona de Torremendo, unas 1.000 hectáreas de cítricos como las naranjas, las mandarinas y los limones también se vieron afectadas por la pedrea».