La superficie
de la Tierra está cubierta por una fina capa de
materia fértil denominada "suelo". El agua
ejerce modificaciones en el suelo, tanto para su
formación como desde el punto de vista de su
fertilidad.
En España, los
terrenos agrícolas ocupan un 50% de la superficie del
suelo:
- Tierras de labor (26%):
cultivo de cereales, legumbres, tubérculos y tierras
de barbecho. Depresiones del Ebro y Guadalquivir y
llanuras de ambas mesetas. - Cultivos permanentes (6%):
frutales, olivos y viñedos. Sur peninsular y costa
mediterránea. - Sistemas agrícolas
heterogéneos (18%): coexisten cultivos
anuales y permanentes distribuidos por todo el
territorio.
La vegetación
herbácea ocupa un 27% de la superficie:
pastizales naturales, de baja productividad y
matorrales con vegetación baja y cerrada.
Los bosques ocupan el 17%
de la superficie.
Las
praderas ocupan un 1% y
se localizan en el norte peninsular y en zonas de
montañas repartidas por todo el territorio.
Las zonas húmedas ocupan un
1%: zonas pantanosas, embalses, marismas,
turberas y salinas. Zonas con escasa vegetación:
4%, compuesto por roca, tundra, tierras
baldías, playas áreas, quemadas, zonas urbanas y
redes varias.