En
las sociedades actuales, el tratamiento de los residuos
generados como consecuencia del alto nivel de consumo de
productos, se ha convertido en un problema latente. Se estima
que en las ciudades cada persona genera un kilo de basura por
día y que las arcas municipales deben destinar entre un 15 y
un 20% de sus presupuestos a la recogida, transporte y
tratamiento de los residuos sólidos urbanos (RSU)
Este
problema se incrementa año tras año debido a
factores como el rápido crecimiento demográfico, la
concentración de población en las ciudades, el uso
de bienes materiales de rápido envejecimiento o el
empleo de envases sin retorno fabricados con
materiales no degradables.
Todos
los agentes implicados en la producción de residuos, han
tomado consciencia de la necesidad de controlar el aumento
desproporcionado de los mismos; así, campañas de
concienciación ciudadana, acciones de organizaciones
ecologistas, presupuestos destinados al campo de I+D, o el
esfuerzo de las empresas generadoras de residuos, pretenden
encauzar el problema de las basuras que en toda sociedad se
generan.