Calentamiento
global
(Cambio climático por incremento de efecto
invernadero)
Existe
en la actualidad numerosos argumentos para
soportar la teoría de un calentamiento
global de la atmósfera inducido por la
emisión antrópica de gases que absorben,
en las capas mas bajas, mas radiación de
la que emiten. El principal de ellos, por
su abundancia es el CO2. Otros
como los CFC, HCFC, CH4, también
contribuyen de manera significativa.
"Evolución
del contenido de CO2 en la atmósfera
desde el comienzo de medidas en la estación
de Mauna Loa (Hawai). El continuo aumento
que se observa es el resultado del uso de
los combustibles fósiles y el principal
responsable del incremento de la
temperatura de la Tierra en los últimos años.
La previsiones indican que el aumento va a
continuar en las próximas décadas salvo
que se acuerde una drástica e improbable
reducción del uso del petróleo"
" Tendencias de la temperatura
de la Tierra desde 1866".
Consecuencias.
Una modificación en el balance de radiación
(proporción entre la energía recibida
por el sol y la reemitida al espacio) da
lugar a un reequilibrio termodinámico en
la atmósfera induciendo un calentamiento
extra. Las consecuencias en cuanto a
cambios climáticos (temperatura,
distribución de los sistemas meteorológicos,
nubosidad, precipitación, etc.) están
siendo estudiadas profundamente en la
actualidad. El problema es
extraordinariamente complejo por la
cantidad de variables que intervienen. Se
sabe que el grado de calentamiento no será
igual en todas las regiones pero todavía
los modelos de predicción distan de ser
fiables.
Situación
actual.Los registros de CO2
de Mauna Loa indican una tendencia creciente (0.3%
por año) desde 1958 fecha en que dieron comienzo
las medidas. Aunque las emisiones de combustibles
fósiles se han reducido desde 1978, la tendencia
creciente del CO2 apenas se ha
modificado, sugiriendo una importante influencia
de la expansión de la deforestación en los últimos
años. Este hecho está obligando a considerar un
escenario de reducción progresiva por países en
las emisiones.
Destrucción
de la capa de ozono
En
1985 científicos británicos del British
Antarctic Survey detectaron sobre la Antártida
que el espesor de la capa de ozono estaba
disminuyendo desde finales de la década de los
70. Desde entonces la situación ha continuado
degradándose, tanto en reducción del espesor de
la capa como en las dimensiones del área afectada
(agujero de ozono). En 1991 científicos
estadounidenses demostraban estadísticamente con
datos de satélite que el proceso de destrucción
era global. Ocurría también en el Artico e
incluso a latitudes medias donde habita el grueso
de la población mundial. Las disminuciones en
estas regiones son moderadas y se estiman en 5-7%
por década.
Consecuencias.
El ozono absorbe la mayor parte de la radiación
UVB que altera las cadenas de ADN de las células
de los seres vivos. Una aumento de este tipo de
radiación dará lugar a alteraciones en distintos
ámbitos: aumento en la incidencia de cánceres de
piel en humanos, desequilibrios en las poblaciones
de microorganismos y modificaciones en las cadenas
tróficas. La magnitud del problema está
condicionada por la cantidad de ozono que se
destruya
Situación
actual. La puesta en marcha de las normativas
acordadas en el Protocolo de Montreal y las sucesivas
enmiendas sobre la congelación y posterior eliminación
de los productos que dañan la capa de ozono ha servido
para reducir la concentración en la atmósfera de CFCs y
HCFCs. Aunque todavía no se observa una mejora en la
salud de la capa (existe una inercia de unos 10 años)
parece que las medidas adoptadas van a dar los resultados
esperados. No obstante, la desaparición de la atmósfera
de los halógenos liberados de los CFCs y HCFCs,
responsables de la destrucción de ozono es muy lenta por
los escasos mecanismos de limpieza de la estratosfera. La OMM
no espera una estratosfera "limpia" hasta el año
2060-2070.
Radiación
Ultravioleta
Radiación
del espectro electromagnético comprendida
entre 200 y 400 nm. Convencionalmente se
divide en UV-C (entre 200 y 290nm), UV-B
(entre 290 y 315 nm) y UV-A (entre 315 y
400 nm).
La
radiación solar UV-C y UV-B daña los tejidos de
los seres vivos (actúa sobre el ADN) pero
mientras que la UV-C es totalmente absorbida en la
alta atmósfera por el O2, la radiación
solar UV-B que alcanza la superficie terrestre es
muy dependiente del contenido de ozono en la atmósfera.
En la última década la mayor parte de los países
industrializados han llevado a cabo programas para
la monitorización de la radiación incidente,
incluso estableciendo predicciones a 24 horas
sobre valores estimados, en función de la
meteorología y el ozono previsto.La unidad que
convencionalmente se maneja es el UVI (Indice
Ultravioleta) que indica la intensidad de UV-B,
pesada según el daño biológico sobre los seres
humanos, prevista o medida. (UVI<4 = bajo,
exposición de 45 minutos antes de daño,
UVI>10 muy alto, 10 minutos antes de daño). Es
un valor estimativo ya que el daño es dependiente
del tipo de piel. Los índices están realizados
para piel blanca.
Calidad
del aire global
Se
refiere a la calidad del aire "limpio".
Existen estaciones denominadas "de
fondo", establecidas por el programa GAW
(Global Atmospheric Watch) de la OMM (Organización
Meteorológica Mundial) en lugares incontaminados,
que miden de forma continua gases cuya concentración
está aumentado en la troposfera libre producto de
la actividad industrial como el CO2 (dióxido
de carbono) un 0.3% al año, el N2O (óxido
nitroso) un 0.3-0.4% al año, el CH4
(Metano) un 0.6-1% al año, los CFC y HCFCs (Clorofluorocarburos
y Clorofluorocarburos hidrogenados) y otros
halocarburos (bromados).