En septiembre de 2000 se aprobó
la Directiva
Marco de Agua (DMA) que pretende avanzar la legislación
comunitaria en materia de agua, garantizar su calidad ecológica,
agrupar las diferentes normativas sectoriales y constituir una
referencia común para España a partir de la cual ir desarrollando
otros instrumentos normativos. En el plazo de 15 años. La DMA
persigue conseguir un buen estado de todas las aguas.
Puntos básicos del DMA:
La finalidad de la DMA
es proteger y mejorar el estado ecológico de las aguas y de los
ecosistemas acuáticos y humedales y promover el uso sostenible
del agua.
Sustancias peligrosas:
prohibe la eliminación de sustancias peligrosas en medio acuático
y da un plazo de 20 años para su total eliminación.
Precio del agua y
recuperación de costes: el precio del agua deberá incluir
todos los costes que implica el servicio, incluidos los
medioambientales, bajo el principio de "quien contamina
paga". Los Estados miembros deberán establecer, para el
2010, una política de precios del agua que incentive un uso
racional de los recursos hidráulicos.
Sequías: no se considera
una infracción de la directiva si se produce un deterioro del
agua por motivos de fuerza mayor o causas naturales que no hayan
podido preverse razonablemente, en particular graves
inundaciones o sequías prolongadas.
Aguas subterráneas: los
Estados miembros deben tomar medidas para prevenir su deterioro
así como evitar o limitar los vertidos de contaminantes en esta
agua.