Fuente: Madrid/Geoscopio.
La Comisión Europea acaba de hacer público un informe sobre competitividad correspondiente al año 2002, donde se identifican las tendencias y factores clave que subyacen en la evolución del crecimiento y la productividad de la UE. Una de las principales conclusiones del informe es que el crecimiento de la productividad en la UE no es suficiente para alcanzar los objetivos económicos, sociales y de empleo fijados en la estrategia de Lisboa en los años que quedan hasta 2010.
En el informe de este año se considera que la educación y las cualificaciones son un factor clave en la competitividad, el crecimiento y el empleo. Dada la rápida evolución hacia actividades que requieren un mayor nivel de cualificación, es esencial garantizar que se alcanza un mayor nivel educativo para satisfacer las necesidades de cualificaciones del mercado de trabajo. Si esto no se consigue, la competitividad de Europa podría verse seriamente obstaculizada en el futuro.
Aunque el nivel educativo global de la población de la UE sigue aumentando, todavía hay un desfase entre nosotros y nuestros principales competidores los EE UU y Japón en lo que se refiere a la media de años de enseñanza.
Las estadísticas disponibles muestran que, posiblemente, el aumento general del nivel educativo de la población de la UE no sea suficiente para hacer frente al aumento de la demanda de un mayor grado de cualificación en el mercado de trabajo.
Hay datos que demuestran una carencia de personal cualificado en los sectores de servicios que crecen más rápidamente servicios empresariales en general, trabajos sanitarios y sociales y en la industria de transformación. En un contexto en el que el desempleo sigue siendo elevado, estas carencias de personal cualificado son especialmente preocupantes y exigen una actuación política rápida.
El segundo capítulo del informe se centra en la productividad del sector de servicios en la UE. Si consideramos la estructura del empleo, los servicios el el sector de la UE más basado en el conocimiento.
En la UE, los servicios representan el 69 % de los puestos de trabajo y el 70 % del PIB. Las cifras de productividad en el sector de servicios fueron más bajas que en la industria de transformación: entre 1995 y 1999, el crecimiento medio de la productividad en el sector de servicios de la UE fue de un 1 % anual, mientras que en la industria de transformación esta cifra fue del 1,8 %.
El hecho de que algunos servicios requieran mucha mano de obra hace que sea difícil aumentar la productividad mediante la automatización. Si el crecimiento en el sector de servicios permanece en un nivel bajo, la creciente proporción que corresponde a los servicios en el conjunto de la economía puede provocar una deceleración del crecimiento de la productividad global y, por lo tanto, limitar la posibilidad de que sigan mejorando las condiciones de vida.
Igualmente, el informe se centra en los éxitos que la industria de transformación de la UE ha conseguido en materia de rendimiento medioambiental en los últimos veinte años. Durante este período, la industria de transformación de la UE ha conseguido desvincular por completo las repercusiones medioambientales del crecimiento de la producción, lo que supone que las repercusiones medioambientales han disminuido a pesar del crecimiento continuo.
En el informe se enumeran una serie de mejoras medioambientales de la UE, como la reducción de emisiones industriales de gases de invernadero, la reducción de emisiones de los gases que provocan la "lluvia ácida", la reducción de sustancias que contaminan la atmósfera a nivel local, la eliminación de los gases que destruyen la capa de ozono, etc.
Estas mejoras son el resultado de medidas de política medioambiental más severas, así como de la innovación e inversión realizadas por la propia industria. El gasto que la industria de la UE destina a protección medioambiental ha ido en aumento desde principios de los años ochenta hasta alcanzar los 32 000 millones de euros en 1998, lo que equivale aproximadamente al 2 % del valor añadido total de la industria o al 0,4 % del PIB.
Por lo tanto, una acendrada competitividad y un crecimiento continuo de la productividad en la industria de la UE son las condiciones previas esenciales para que el progreso medioambiental sea asequible y pueda realizarse.
La versión inglesa del informe puede encontrase en:
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